Vida de Santiago Apóstol
La Cruz de Santiago, ha sido el símbolo de nuestra hermandad desde el día de su fundación. Desde hace unos meses, una comisión formada por un grupo de hermanos de la cofradía, trabaja para darle el sentido que se merece a este símbolo que tanto nos representa.
Uno de los objetivos de esta comisión es dar a conocer la figura de Santiago Apóstol, lo que representa, su tradición y su vínculo con nuestra corporación. En el siguiente artículo queremos tratar la vida del Santo.
Jacob,
conocido como Santiago el Mayor o Santiago el de Zebedeo, nació en Betsaida
(Galilea), siendo hijo del Zebedeo y de Salomé. Se crió en el
seno de una familia de pescadores formada entre otros, por su hermano San Juan
Evangelista. Tenían relación con otros dos apóstoles, Simón
(San Pedro) y San Andrés. Los cuatro fueron los primeros discípulos
que tuvo Cristo.
Santiago,
de carácter fuerte, apasionado e impulsivo, acompaño a Jesucristo
en los momentos más importantes de su pasión, como fue la oración
en el Huerto de los Olivos y el momento del prendimiento en ese mismo lugar,
en el que estuvo presente junto a San Juan Evangelista y San Pedro.
Santiago tras la crucifixión se convierte en el principal impulsor del
cristianismo en la comunidad de Jerusalén. Se cree, que Santiago marchó
a España en alguno de los barcos que trasladaban mineral entre la Península
Ibérica y la zona de Palestina. Comenzó su predicación
por toda la zona occidental de la Península, sobre todo en la zona norte
(Galicia). Santiago regresaría a Tierra Santa a través de las
vías romanas, comenzando en Lugo. Pasaría por las ciudades de
Astorga y Zaragoza, donde se le aparecería la Virgen en las orillas del
Río Ebro en un pilar romano de cuarzo, según cuenta la tradición.
Ésta le dijo que construyera una iglesia en esa zona.
Cuando
Santiago regresó a Palestina, predicó la palabra de Dios pese
a estar prohibida desde hace tiempo, por el temor hacia el crecimiento que estaba
teniendo el cristianismo en todo ese territorio.
Herodes Agripa, rey de Judea, condenó a muerte a Santiago, para así dar un escarmiento a todo aquel que predicara la religión cristiana. Josías sería el escriba que se encargaría de llevar al Apóstol al lugar donde sería condenado. Durante este trayecto, Santiago curaría a un paralítico en presencia de Josías, el cual se convertiría a la fe y le pediría perdón al Santo. Santiago como último deseo pidió un recipiente con un poco de agua, con la que bautizaría al escriba. Ambos serían ejecutados sobre el año 44 d.C.
Los discípulos del Apóstol, recuperaron su cuerpo para trasladarlo a Galicia. Según la tradición, depositaron su cuerpo en una barca, que sería guiada por Dios hasta tierras gallegas. El cuerpo del Santo, sería enterrado en el palacio de Lupa, que fue convertido en una Iglesia.
La
tumba de Santiago sería olvidada durante más de 800 años,
hasta que un ermitaño llamado Pelagio la encontrara tras tener una visión
explicándole dónde se encontraba la tumba.
El Patrón de España fue el primero de los doce Apóstoles
en dar su vida por defender y difundir la palabra de Dios.
Este fue Santiago, a raíz de su vida y de otros acontecimientos, se forjaría su patronazgo en España, acontecimientos y curiosidades que expondremos en los próximos boletines y en el apartado dedicado al Santo en la página de Internet de la Hermandad.